“Propiedad nuestra será la tierra, propiedad de gentes, la que fue de nuestros abuelos, la que dedos de patas de piedra que machacan nos han arrebatado” (Manifiesto en náhuatl de E. Zapata, 1918).

No hay discusión: este año que acaba fue de complejidades, de incertidumbres y así también de nuevos desafíos. Fue un 2020 de dolores frente a la repetición de injusticias y conocidos intentos por imponer la añeja receta de la impunidad.

Testigos fuimos de cómo aquel NUNCA MÁS que tanto hemos venido gritando a los cuatro vientos, se vio debilitado y pareció ser una ilusión; otra vez una esperanza, nuevamente un sentido y urgente clamor de multitudes.

No obstante ello, así como todas y todos, le hicimos frente. A costa de ciertos sacrificios: la distancia, la restringida interacción social, supimos avanzar y materializar sueños y aspiraciones que mueven a diario nuestro trabajo por la Memoria, los Derechos Humanos, la Verdad y la Justicia.

Nos sentimos ciertamente satisfechos por eso, pero estamos conscientes de que todavía queda mucho por venir y hacer. Tenemos 70 razones para ello. Suficientes para hacernos cada día más fuertes, mancomunarnos, fortalecer la solidaridad, redoblar la defensa irrenunciable de los Derechos Humanos y la Memoria, para que este nuevo año y los venideros sean el cobijo de dignidad que cada ser humano merece.

Corporación Memorial Paine

Diciembre de 2020