En el inicio de este 2023 hemos dado un nuevo empujoncito a la tarea de estrechar lazos con la comunidad painina y sus organizaciones, para, de esa forma, mancomunar esfuerzos destinados a superar la fragmentación que significó el Golpe Cívico-Militar de 1973.

Fue así como, en el epílogo de enero, compartimos una jornada de trabajo con el Consejo Vecinal de Desarrollo del Barrio Fundacional de Paine, en la que revisamos diversas actividades asociadas a los proyectos del Programa Quiero mi Barrio, de las que nos haremos parte como espacio de memoria, basados en los primeros acercamientos que materializamos el año 2022, destinados, precisamente, a asegurar la participación de Memorial Paine en las iniciativas de desarrollo comunitario que se impulsan en Paine.

Junto a profesionales del programa y la dirigenta vecinal de Villa La Portada, Natalia Miranda, avanzamos en ideas a materializar durante este 2023. La ocasión sirvió, además, para que quienes participaron de la iniciativa pudieran conocer el Memorial y las historias de los 70 campesinos Detenidos Desaparecidos y Ejecutados que aquí recordamos.

 

 

Entre otras iniciativas acordadas para emprender este camino, se cuentan la realización -durante los meses de marzo y abril del presente año- de un taller de identidad comunitaria y un taller de mosaicos para vecinos y vecinas de las mencionadas villas que forman parte de los proyectos Quiero Mi Barrio 1 y 2,

“Uno de los pilares fundamentales de memorial Paine es el trabajo con las comunidades a través de las organizaciones sociales. Desde la perspectiva de la educación popular, es en estos espacios de encuentro en que se construyen a escala humana, dinámicas que por sencillas que sean apuntan a una mejor calidad de vida de las personas”, destaca Paulina Maldonado, Educadora en Memoria y Derechos Humanos de Memorial Paine.

En esa dirección, Paulina pone de relieve el papel que nos cabe como espacio de memoria en los procesos de construcción de la vida comunitaria y recalca el que “nuestro rol como espacio de memoria es apoyarlos en los procesos de fortalecimiento y rescate de sus memorias, porque el arraigo fortalece a la organización y da luces del lugar en que sueñan habitar”.

“Hace 50 años se vio fragmentada la confianza entre vecinos, amigos, organizaciones y asentamientos campesinos de la comuna de Paine, y vemos en la educación en memoria y derechos humanos, un camino para aportar con herramientas que facilitan nuevos procesos de cohesión y acción comunitaria”, sostiene Paulina Maldonado.